miércoles, 30 de septiembre de 2015

¿¿Niños perfectos?? Aceptémosles tal y como son.

¿Y cuáles son es@s niñ@s perfectos?

Aquellos que están quietos cuando lo decimos, no se pelean, no discuten, obedecen, no rechistan, siempre están contentos, no llevan la contraria, ayudan, hacen sus deberes...vamos, ¡¡que no dan guerra alguna!!

Pero de verdad, si tenemos uno de estos en casa...deberíamos preocuparnos, porque podría tratarse de niñ@s inseguros, incapaces de probar sus límites, que teme al error y a la desaprobación, que obedece sin cuestionar. ¿Y qué sería el día de mañana de este tipo de niñ@s?, ¿en qué persona se convertiría?, ¿Realmente queremos eso para ell@s?

Lo normal es que un/a niñ@ curiosee (porque es un instinto innato del ser humano), juegue, pruebe hasta donde puede llegar, crea estrategias para conseguir lo que quiere, negocia (todo ello en función de la edad),  se arriesga, comete errores sin preocuparse y saca aprendizajes de manera natural; se ríen, gritan, saltan y todo ello porque disfrutan de la vida tal y como la sienten. 


Dentro de todo esto, podemos encontrar niños más tranquilos y/o nerviosos. Comprender el temperamento de cada niñ@ ayudará a interactuar de la mejor manera, puesto que es importante tener en cuenta, que nuestra actitud con ell@s influenciará de manera significativa en dichas tendencias innatas. El temperamento, se mantiene a lo largo de toda la vida, lo único que puede variar son las actitudes, el comportamiento y las decisiones. 



Comprender qué tipo de temperamento tiene nuestr@s niñ@s (y el nuestro propio)  ayuda a aceptarle y trabajar para a aprender a crecer. 


¡¡No significa encogerse de brazos y decir "es que es así"!!

Debemos enseñarles habilidades y comportamientos aceptables, nos sirve para fomentar la aceptación en lugar de expectativas poco realistas, ver ventajas y áreas de mejora, sus puntos fuertes y débiles.

Es importante trabajar entre educadores y niñ@s la manera de hallar soluciones para satisfacer las necesidades de ambas partes. L@s educador@s, pueden no ser conscientes de que minan la individualidad de creatividad del niñ@ cuando creen en mito de niño perfecto. Normalmente se prefiere un niñ@a dócil que se ajuste a las normas. El ego de los padres suele interferir muchas veces preocupándose más d elo que puedan pensar los demás y temiendo que nuestra competencia se cuestione. El temperamento de los niños, influye en las actitudes y comportamiento de los padres, miembros de la familia, compañeros de juego, etc. La relación entre padres e hijos funciona en ambos sentidos y cada parte influye constantemente en la otra. incluso con comprensión y las mejores intenciones, la mayoría de los padres se enfrentan de vez en cuando con el temperamento de sus hij@s, y centrándose en su ego, cometen el error de reaccionar mal en lugar de reflexivamente. 

La conciencia y reflexión del temperamento no nos hace perfecto, siempre habrá errores, pero tras haberlos cometido y reflexionado sobre ellos los podemos subsanar. 


Cada niño posee, de manera variable, cada uno de los siguientes puntos.



1. Nivel de Actividad: Puede ser alta o baja. Normalmente los preescolares suelen ser muy activos, pero existen algunos que suelen tener un nivel de actividad mayor. La clave para estas situaciones se encuentra en hallar la manera de satisfacer sus necesidades sin abandonar las nuestras. 

2. Regularidad: Previsibilidad de las funciones biológicas como sueño, hambre, wc. 

3. Reacción Ante Estímulos:  Pueden ser positivas (estado de ánimo o motoras: risas, expresiones faciales, tragarse nuevo alimento)  o negativas (llanto, expresión facial, salir corriendo, tirar plato, escupir nuevo alimento)

4. Adaptabilidad: Capacidad de ajustarse a nuevas situaciones. hay veces que escupirán el nuevo alimento, pero lo aceptan al probarlo varias veces. si el/la niño/a tiene dificultades con las transiciones y los cambios reconocer y actuar según el temperamento puede ahorrar muchas incomodidades. 

5. Umbral de respuesta sensorial: nivel de sensibilidad ante los estímulos, esto afecta a la manera de interpretar el mundo y su manera de comportarse. Hay niñ@s que se despiertan al oír una puerta abriéndose y niñ@s que ni con una bomba los consigues levantar. Niñ@ que les molesta la música alta otros que no, si les encanta nuevos alimentos o los escupen directamente, si les gustan los cariños o son más ariscos....

6. Cualidad del humor: Manera de reaccionar ante la vida. Para los más refunfuñones, podríamos preguntarles que nos cuenten cosas positivas y negativas sobre el día y qué podríamos hacer para enseñarles a ver las cosas de otra manera y que busquen el lado positivo a ciertas situaciones. 

7. Intensidad de Reacción: Cada uno reacciona de manera diferente a un mismo estímulo porque sus iveles de intensidad son diferentes. 

8. Facilidad de Distracción: de qué manera los estímulos externos interfieren en el comportamiento del niño y su voluntad para distraerse. 

9. Persistencia y capacidad de atención: La persistencia hace referencia a la voluntad del niño en insistir en una actividad a pesar de los obstáculos. Capacidad de atención, es el tiempo que el niñp dedica a la actividad sin interrupcion. 

Ningún temperamento es mejor o peor que otro, simplemente plantean retos diferentes. 

¿Y CÓMO DE COMPATIBLES SON NUESTROS TEMPERAMENTOS? 
(adultos- niñ@s)



Vamos a realizar un pequeño ejercicio observando nuestras diferencias y similitudes. Contesta los siguientes ítems.


  1. En qué nos diferenciamos.
  2. Esas diferencias crean conflicto cuando:
  3. Coincidimos en:
  4. Esta similitud hace que nos entendamos en:
  5. Piensa de qué manera su temperamento es una fortaleza:
  6. En qué le perjudica:
  7. De qué manera tu temperamento es una fortaleza: 
  8. En qué te perjudica.

El temperamento de cada uno en la interacción de ambos, posee efectos en la relación. Al comprender cómo es el de cada uno se comienzan a entender las causas de muchos de los conflictos. 

L@s niñ@s son personas como tú, si tu temperamento no puede ser modificado el suyo tampoco. 







Cuando no coincidimos con ellos, es conveniente buscar formas de solucionar la diferencia. Para los más pequeños, entender todas las piezas complicadas de una relación es un gran desafío. Seamos conscientes de que es un auténtico novato y va a equivocarse en las maneras, porque no entiende lo que los adultos entendemos. Por ese motivo, es importante que les  dejemos que se equivoquen y tomemos ese momento de  error como oportunidad de aprendizaje. Aprenderán muchísimo sobre sí mismos y sobre los demás. 



Acabar diciendo que, comprender y respetar el temperamento ayuda a alcanzar todo el potencial como persona capaz, segura y satisfecha. Probablemente conseguirás descansar y reirte más conociéndote a tí mismo y a tu/s niñ@s. 





Disciplina positiva para preescolares.
El temperamento Infantil. Centro para el padre efectivo. 



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