lunes, 11 de enero de 2016

Fomentando el sentimiento de capacidad.




Había una vez, un niño que sentía pena por una mariposa que estaba luchando por salir de su capullo. Así que, impulsado por su generosidad y afán de ayuda, decidió intervenir y evitarle el esfuerzo retirando la crisálida. ¡Estaba tan emocionado al ver la mariposa cómo podía abrir sus alas y volar hacia el cielo...! Que quedó horrorizado cuando vio que la pobre mariposa cayó al suelo y murió al tiempo, porque no tenía fuerza muscular para seguir volando.

Así como este niño, con frecuencia los padres también quieren proteger a sus hijos de las dificultades. No se dan cuenta de que sus hijos necesitan batallar para poder gestionar la desilusión, para resolver sus propios problemas y para que puedan desarrollar sus "músculos" emocionales y las habilidades necesarias para las batallas más grandes a las que se enfrentarán a lo largo de sus vidas. 

De ahí la importancia de que l@s niñ@s  necesiten desarrollar la creencia de "yo puedo" , creencia de capacidad. Y no sólo porque se lo digamos los adultos, es conveniente que lo experimenten por ellos mismos, les estamos quitamos estas oportunidades si hacemos las cosas por ellos, con el pretexto del amor.    

Por ejemplo, hay madres y padres que visten a sus hij@s desde los 3 a  6 años por las mañanas, y por qué. Está claro, por ahorrar tiempo, porque van combinados y se ven mejor. Pero qué es más importante, el qué dirán o que los pequeños aprendan a sentirse capaces y competentes. 

Lo primero que podemos hacer los adultos, es crear un botón  de "me puedo vestir solo por las mañanas" y entonces, entrenarlos para asegurar que sepan cómo vestirse solos. Crear, involucrando a l@s niñ@s, tablas de rutinas matutinas y dejar que sean estas las que manden, en vez de ser los padres los que tengan que convencer a los hij@s.  Es más efectivo preguntarles qué viene a continuación en la tabla, que estar resoplando y diciéndole constantemente "venga, corre que vamos tarde!!!!" 

Por supuesto, ayuda levantarse unos minutos antes, después de entrenar a los niños para que pongan sus despertadores y evitar el juego de las quejas. 

Al final, acabarán haciendo aquello para lo que les programemos, solo es cuestión, como hemos dicho anteriormente, de entrenamiento. 

Es importante, muy importante tener siempre en cuenta los efectos de la educación a largo plazo, lo que hagamos hoy se verá reflejado mañana. Tengamos en cuenta los sentimientos, los pensamientos y las decisiones que están tomando los niños y niñas ¿Están decidiendo "el amor significa que hagan las cosas por mí" o "puedo y me puedo cuidar y disfrutar cooperando con los demás"?








Artículo de Jane Nelsen, Disciplina Positiva.    



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